30 AÑOS DE GUERRILLA CONTRA MOBUTU7 Nota al pie 7_1

La alianza formada por cuatro organizaciones zaireñas y que prácticamente han liberado la región de Kivu en estos días, llamada Alianza de Fuerzas Democráticas de Liberación del Congo-Zaire (AFDL) está formada por el Partido de la Revolución Popular (PRP) de Laurent Kabila, creado en 1967; la Alianza Democrática de los Pueblos, creada en 1995, una organización de autodefensa de los banyarwanda y los banyamulengues en el norte y sur de Kivu; el Movimiento Revolucionario para la Liberación de Zaire, creado en 1994 por Masasu Nindaga en la región de Bukavu; y el Consejo Nacional de Resistencia, creado en 1993 por André Kisase Ngandu en la provincia de Kasai.

Después de la toma de Goma y Bukavu el mito de la guerra racista entre hutus y tutsis parece perder toda su consistencia. Según el dirigente de la AFDI, Laurent Kabila (él mismo no es tutsi), su acción no es racista, se trata de derrotar al régimen de Mobutu, su movimiento es «un movimiento contra la tiranía y la corrupción». Para avalar las afirmaciones de Kabila están las afirmaciones de los periodistas que han asistido a las intervenciones genocidas del ejército zaireño y las milicias hutus y a la acción respetuosa con los refugiados de los rebeldes. Han sido numerosos medios de comunicación los que han dado cuenta de que los rebeldes explican limpiamente sus razones y su presencia a los ciudadanos, su comportamiento disciplinado y correcto, «honesto», con los refugiados.

Ante esta actitud por parte de los miembros de la AFDL, las autoridades de Kinshasa sí que están intentando encender el odio racial aprovechando el descontento popular, creando situaciones de pánico y terror.

Pero el análisis de Kabila, que luchó con el Che en la guerrilla en los años 60, no deja lugar a dudas: «El tribalismo no es el deseo de independencia, ni la decisión por la autonomía o la autodeterminación de una tribu dada. Es más bien una de esas formas que las fuerzas retrógradas y conservadoras, no tradicionales sino capitalistas, usan para intentar resistir a los cambios que amenazan con quitarles sus privilegios» (Solidaire, nº 43).

La lucha de resistencia contra Mobutu data de las insurrecciones de 1964 que establecieron el poder del Comité Nacional de Liberación en la mitad del territorio nacional, derrotado después en 1965. Los intentos de recomposición, en los que participó Che Guevara, no tuvieron éxito. Heredero de esa rebelión, el PRP se constituyó en 1967. En estos casi 30 años de lucha, las fuerzas guerrilleras han llegado a mantener partes considerables del territorio de Zaire bajo su control, y en ellas instauraron formas propias de producción y relaciones sociales y económicas, como ya en 1980 explicaba el periodista belga Philip Borel en un informe presentado el 1 de diciembre de ese año en una rueda de prensa organizada por el Comité Zaire (Solidaire, nº 30, 7 agosto, 1996).

En una rueda de prensa después de la liberación de Goma, Kabilo declaró que la intervención internacional sólo pretendía reforzar al Gobierno de Zaire y mantenerlo en el poder en contra del pueblo. «El trabajo que había que hacer aquí», afirmó, «ya lo hemos hechos nosotros».


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