¿ES VIABLE EL CONCEPTO DE TERRORISMO?
por Isaac Bigio (*)

Hoy en día la palabra terrorismo está de moda en el mundo. La lucha anti-terrorista es la nueva consigna que tiene el departamento de estado para acrecentar su poder y tener la capacidad de interferir en cualquier rincón del planeta.

Fred Halliday, profesor de la LSE y principal especialista británico sobre el Medio Oriente, cuestiona la validez científica de dicho término. El no es un intellectual radical que defiende Afganistán contra EEUU. Por el contrario, él ha apoyado los bombardeos sobre dicho país e Irak pues considera que occidente puede cumplir una labor progresiva en secularizar y liberalizar al mundo islámico. Halliday opina que es más importante juzgar a las distintas fuerzas políticas por las causas que éstas defienden. El considerar a un movimiento o gobierno como terrorista o liberador depende de los objetivos que uno tenga. Si uno piensa que una determinada fuerza tiene razón en luchar militarmente contra un estado o una potencia dominante, entonces les considerará combatientes legítimos y podrá aducir que el otro incurre en terrorismo de Estado. Si uno se identifica con un estado que sufre bombazos que asesinan a civiles entonces acusará a los perpetradores de dichos actos de terroristas. El antiterrorismo de Estado muchas veces conduce a restringir libertades y a desencadenar invasiones o actos militares que producen muertes de civiles. En la guerra fría EE.UU. calificó de combatientes por la libertad a fuerzas, como las de Bin Laden, que hoy acusa de terroristas. Bin Laden justifica la atroz carnicería del 11 de setiembre aduciendo que EE.UU. es el peor terrorista, pues es la única potencia que ha lanzado bombas atómicas contra civiles (Japón 1945) y que es hoy responsable de la muerte de más de un millón de irakíes mediante los bombardeos o bloqueos comerciales. Varias fuerzas que hoy están en el gobierno afgano fueron impulsadas por la CIA para asesinar civiles rusos o pro-soviéticos e incluso para hacer atentados dentro de la Unión Soviética. La contra nicaraguense, UNITA (Angola), RENAMO (Mozambique) y otros grupos militares anti-comunistas fueron armadas por EEUU pese a que éstos organizaban matanzas de niños e indefensos. Algunas personalidades acusadas de terrorismo de estado (como Pinochet o Kissinger) no son procuradas por los EEUU. El general Bánzer, quien asesinó muchos opositores durante su dictadura (1971-78), volvió a gobernar Bolivia con beneplácito de la Casa Blanca. Sharon, el principal protegido de Bush en el medio oriente, es acusado en una corte europea por crímenes contra la humanidad por que se le sindica de liderar diversas matanzas en el Líbano. Mandela, Arafat o Adams fueron inicialmente catalogados como terroristas y ahora pueden ser tildados de estadistas o ganar premios Nobel de la Paz. Israel ataca a Hamas e Hezbolá como terroristas, pero Siria y muchos países musulmanes los consideran independentistas palestinos y cómo la única fuerza árabe que haya podido derrotar a Israel. Para Moscú el peor terrorismo es el de los chechenos separatistas y para éstos el mayor terrorismo es el del ejército ruso que arrasó su capital. Los albaneses y bosnios acusan a Milosevic de haber propciado el terrorismo de estado. Sin embargo, el gobierno croata, que es el único en la Europa de la postguerra que ha expulsado a casi toda la población de una república (la Serbia de Krajina), es aceptado internacionalmente. Los partidarios de Milosevic acusan al Ejército de Liberación de Kósovo, aliado e la OTAN, de haber hecho terrorismo contra civiles serbios. En el discuso ante la unión Bush puso a 4 organizaciones como los ejemplos del terrorismo. Todas ellas tienen en común ser fundamentalistas musulmanas y de haber sido financiadas o patrocinadas por Arabia Saudita. Mas, este reino autocrático que persigue a las minorías no mahometanas, no está condiderado como un nido de terroristas. Por el contrario, esta teocracia es fuertemente defendida por miles de tropes estadounidenses. En 1991 occidente salió a proteger los reinos petrolíferos árabes contra Irak sosteniendo que ello implicaba defender la democracia.

El término con el cual se pueda caracterizar a los insurgentes colombianos conduce a tomar una actitud ante éstos. Al tildarlos de guerrilla la cumbre iberoamericana estaba propiciando el proceso de pacificación. Hace una década miles de guerrilleros se desmovilizaron y el M19 entraría al gobierno donde sería congratulado como estadista. Mas, con la nueva ofensiva militar contra la zona de distensión de las FARC la prensa colombiana y la embajada norteamericana van usando cada vez más el término 'terrorista'. Si las FARC entrasen por el camino nor-irlandés o salvadoreño integrándose legalmente al sistema, entonces dejarían de ser 'terroristas'.

El terrorismo es un método de lucha que ha sido o es empleado por diversos partidos o gobiernos. Se puede condenar a tal o cual fuerza de emplear el terror contra civiles inocentes pero lo importante debe ser caracterizarlas de acuerdo a sus objetivos y bases sociales.

El 'anti-terrorismo' viene siendo utilizado como la cobertura de Washington para que el resto del mundo acepte su rol de policía global y de impulsor de un modelo económico. Todo aquel grupo armado que no se sujete a los marcos del nuevo orden mundial tenderá a ser catalogado como terrorista. Sin embargo, otros grupos armados o gobiernos que practican el terrorismo de estado contra civiles que no entren en contradicción con la política exterior de la casa blanca podrán ser eximidos de ser tildados como 'terroristas'. Es más, se les podrá permitir que entren en la coalición anti-terrorista justificando duras políticas represivas contra los derechos humanos.



(*) ISAAC BIGIO
Investigador y profesor de la London School of Economics & Political Sciences. En la LSE hizo grados y postgrados en Historia Internacional y Política Económica. Hoy allí enseña el curso 'Política y Gobierno en Latino America'. Se ha especializado en Europa, Asia y Africa llevando cursos en el Instituto Europeo (LSE), la Escuela de Estudios Africanos y Orientales (SOAS), la Escuela de Estudios Eslavónicos y Europeo Orientales (SEESS) y otras dependencias de la Universidad de Londres. Escribe y colabora en varios periódicos del Grupo de Diarios de América y en medio centenar de medios. En 1998 obtuvo el Premio a la Excelencia de Dillons (Waterstone), la mayor librería británica, y de la Unión d ela Universidad de Londres y el Premio EH Carr del Departamento de Política Internacional de la Universidad de Gales (Aberyswyth), el primer departamento a nivel mundial de dicha disciplina.

LA LSE
Se proclama como la principal universidad de ciencias sociales del mundo. En sus aulas han enseñado 9 de los últimos 27 premios nóbeles de economía. Más de 30 mandatarios y de 60 actuales parlamentarios británicos han salido de sus aulas.

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