DECLARACIÓN DEL PCA ANTE LA AGRESIÓN DE LA OTAN A LA REPÚBLICA DE YUGOSLAVIA

El PCA condena con toda energía la agresión que, con participación española está realizando la OTAN contra la República Federativa Yugoslava, que consideramos un nuevo acto de barbarie y una vulneración de todos los principios de legalidad internacional.

La Resolución 2131 de la Asamblea General de NN.UU. de 1965, dice explícitamente que «ningún estado tiene derecho a intervenir directa o indirectamente y sea cual sea el motivo, en asuntos internos o externos de cualquier otro». La propia Carta establece en sus Arts. 42, 43 y 47 la forma en que NN.UU., y sólo ella puede desarrollar acciones necesarias, incluso armadas: «para mantener la paz y la seguridad internacional».

España, por su parte, ha entrado técnicamente en guerra contra Yugoslavia por voluntad del Sr. Aznar, soslayando que la Constitución Española en su Art. 63.3 señala que corresponde al rey, previa autorización de las Cortes Generales, dar tan transcendental paso. Pero la participación activa en una aventura agresiva no sólo vulnera, una vez más, las condiciones aprobadas en el referéndum de la OTAN de no integración en la estructura militar, sino que constituye una vulneración intolerable del acuerdo tomado por unanimidad del Parlamento español (octubre de 1995) por el que se establecían las condiciones para la participación española en misiones extranjeras y entre ellas la necesidad del ineludible mandato expreso del Consejo de Seguridad.

La continuación de la actitud sumisa en política internacional de Aznar y su gobierno, pone de manifiesto en que medida está al servicio de potencias extranjeras; como hipoteca nuestra soberanía y que hace cómplice al Estado español de esta nueva agresión militar, muestra de gangsterismo internacional, en lugar de contribuir a la solución pacífica y diplomática de los conflictos.

Frente a los argumentos del gobierno Aznar, en ningún caso justificativos, el régimen yugoslavo es bastante menos dictatorial que otros a los que como el de la tenebrosa Arabia Saudita se fuerza a visitar al Jefe del Estado español. Viola bastante menos los derechos humanos que regímenes como el de Afganistán, aupado por los USA o el siniestro régimen turco «el amigo y aliado de la OTAN» de Aznar, vulnerador de todos los derechos; agresor contra estados vecinos; embarcado en una guerra de exterminio contra el pueblo kurdo.

Más allá de los eufemismos de los voceros del pensamiento único, la OTAN no es «la comunidad internacional»: es, por el contrario, una alianza militar agresiva de un grupo de países. Sus acciones evidentemente no son necesariamente «humanitarias». La OTAN no es Europa, sino la materialización del protectorado militar norteamericano en Europa y un instrumento armado al servicio de los intereses geoestratégicos norteamericanos y de las potencias capitalista centrales. La OTAN carece de toda legitimidad para solucionar el conflicto yugoslavo.

El ataque contra Yugoslavia constituye además una criminal irresponsabilidad que puede conducir a los pueblos europeos a una guerra generalizada. Lejos de resolver ningún conflicto, y menos el de la provincia servia de Kosovo, agudiza todos los contenciosos y problemas de la zona. Numerosos países han movilizado sus tropas; Bielorrusia y Ukrania anuncian la reactivación de su defensa atómica.

En su ya antiguo propósito de destruir el Estado yugoslavo, la OTAN continúa apostando por lo que es un desatino político y geoestratégico: fragmentar los Balcanes en una multitud de microestados. No es interés de los pueblos, ni de la comunidad internacional, fraccionar los estados existentes y mantener mediante la ocupación militar entes estatales artificiales.

El gobierno Aznar y su inefable Ministro de Asuntos Exteriores, que acumula irresponsables sorpresas en política internacional hasta poner en peligro al pueblo español, debe dimitir.

La inaplazable necesidad de detener el conflicto yugoslavo, asegurando los derechos fundamentales de todos sus pueblos, debe pasar por colocar dicho conflicto en las manos de las NN.UU.

El PCA llama a las organizaciones sociales y al pueblo de Aragón a manifestar su repulsa a los ataques a Yugoslavia, a la participación española en los mismos, a exigir su detención inmediata y a movilizarse por rechazo general de toda guerra.

Zaragoza, 25 de marzo de 1999

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<pcaragon@nodo50.org>


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Lorenzo Peña eroj@eroj.org

Director de ESPAÑA ROJA

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